Candela's Goodnight

Mi lujuria, roza el nivel cero y acaricia el centro del infierno; envuelto en el aroma de tus deseos te descubro evocando el pecado en solitario navegando en las sensaciones que provocan tus manos al rozar el horizonte intentas encontrarme en tus delirios. Puedo sentir los dedos deslizarse por tus bordes cálidos y buscar sin prisa el escalofrío que relaja la angustia que culmina con tu corazón desbocado. Lentamente tu aroma escondido cerca de la curva de tus pechos me invade e imagino el sabor dulce de tus besos en mis labios. Es absurdo estirar más las ganas y me descubro oculto entre sombras de nuestro dormitorio. Procuro rozar la línea de fuego abrir tus labios invitándote a comulgar mi piel e invadir tu territorio acercándote pronto… duro y parejo como golpea el mar las rocas cerca de la orilla... Es evidente la locura que me provocas cuando aguardas en medias nylon sobre la cama.

7 de la noche y aún sigo aquí, mientras mi jefesito se está haciendo un facial en un spa de la ciudad... por eso cuando yo sea grande quiero ser como mi jefe! Quién los días viernes aparece por la oficina golpe de doce, claro siempre preguntando "novedades"...

Uno de estos días le voy a contestar, novedades? Aquí nosotros volviendonos ocho, tratando de contestar su línea privada, atendiendo a los clientes que vienen a buscarlo, copiando los mensajes que repetidas veces le ha dejado el todo poderoso jefe que nos firma el cheque cada quince, inventando reuniones para justificar su ausencia, todo esto mientras tratamos de hacer bien nuestro propio trabajo... No es justo, pero quien me dijo a mi que la vida es justa eh? Por eso hay unos que nacieron para jefes y otros para empleados... Espero que este purgatorio de ser asalariada termine pronto.

Venga pero lo mio va más allá de llegar tarde a la oficina y cobrar un jugoso cheque cada quincena sin hacer mayormente nada, Yo quiero tener algo propio, sentir que todo mi esfuerzo no es en vano que las ganancias van directamente a mi cuenta de ahorros, disfrutar del producto del sudor de mi frente como se me venga en gana.Es duro trazarse y cumplir las metas impuestas, mantenerse firme en el presupuesto de gastos, pero se que todo tiene una recompensa... en algunos años podré comprarme mi casa, poner mi negocio.

Ahora me toca andar en bus, limitar las salidas con los amigos, los gustitos personales, todo esto para no tener que seguir trabajando para alguien por el resto de mi vida, no quiero llegar a vieja y vivir con una mísera pensión que no cubra mis gastos. Es definitivo, esa pesadilla de ser jubilado del IESS no es para mi!

Ya me lo advertía el tarro vacío de café, Hoy, todo resultaría patas arribas, y al final todo, absolutamente todo se complicaría, mi viaje a la playa quedaría suspendido, me tocaría trabajar el sábado porque a los clientes siempre se les antoja todo para última hora.

Ahora que más da, si mi café se ha terminado! Ahora sólo quiero que esta jornada laboral termine… Deseo ganarme el pozo millonario esta domingo para escoger la gente con quien trabajo, para evitar rodearme de tanta mediocridad, para gritarles la vida es de los valientes a todo aquel que se lo merece... sin importarme lo que pueda decir este o aquel jefesito con horario de gerente.

No entiendo como algunas personas tratan de manipularme para logar un beneficio, me dicen fulano me deja más barata esa impresión y yo con unas ganas de decirle: Ok! Vaya imprima donde él, cuando le incumpla no se queje, no se le ocurra venir acá a lamentarse para que mi empresa le resuelva. Cuando la gente va a comprender que todo elemento de calidad tiene un precio, que un trabajo bien hecho no se puede vender al costo de una gallina muerta.

Cosas del Orinoco, como dice mi novio. Aquí estoy enojandome por las situaciones que no puedo resolver. Tendría que renunciar no solo a mi trabajo, sino a la vida misma… porque tarados hay en todos lados, me voy a topar siempre con gente irresponsable que no comprende que sin esfuerzo jamás un trabajo dará buen resultado.

Mejor me relajo y busco la forma de salvar mi domingo.

Como odio el sonido del despertador, como detesto salirme de la cama tan temprano para continuar la rutina...

Voy, casi tropezando con las paredes, hasta la cocina y automáticamente enciendo la hornilla; todo de memoria, durante años he caminado de mi cuarto a la cocina, con sol, sin él, mañana, tarde, noche... Siempre con la excusa del cafecito calentito, buscando el agridulce sabor del jarabe de petroleo.

Pero hoy, claro tenía que ser diferente.... se terminó el café para filtrar y por mi casa nadie vende esa variedad. Para mi el café es como la gasolina para los carros, me da la energía, levanta mi ánimo, abre mis ojos, me da fuerza para abrir el periódico y salpicarme con sus mentiras añejas.

El dilema es que hacer para despertar mi espíritu, si esos cafecitos de frasco son de mentiritas, tienen conservantes, saborizantes, colorantes...

Si así inició mi día... No quiero imaginar el resto que está por llegar... me gustaría tanto ser sorprendida con un Capuccino Canela, con un Mokaccino, con cualquier cosa que tenga cafeina!

Sábado en la noche, sin muchas ganas de salir…

Tenía tantas ganas de disfrutar un buen vino, con Danie, Gaby, Zule y Karine, pero para eso debía tomar un avión hasta la tierra del tango… Así que me tocó compartir el tinto con mi grata compañía y un DVD que compré en la bahía (el gran Bazar guayaquileño) hace mucho tiempo.

Kamchatka, es un film argentino, de esos que llegan al cine rara vez, que puedes ver durante los festivales relámpagos que organizan las cadenas… pero que luego no ves…

Es una película intimista sin llegar a ser sentimentalmente llorona, pero al final te conmueve al descubrir que los padres de “Harry y El Enano” son una pareja de tantas que engrosó la larga lista de desaparecidos de la dictadura militar argentina. Sin ser una denuncia contra el régimen defacto utiliza muchas referencias que gritándote a la cara te dicen esta familia se va a separar sus días están contados, su huida de la represión es inútil, pues la represión silenciará su voz. Por qué el simple hecho de oponerte a la injusticia se convierte en una razón para cortar tu libertad? Aún no entiendo…

Es impresionante como un buen guionista o un buen director puede explotar al máximo un episodio horrendo de la historia de un país sin llegar al género documental, sin utilizar figurativamente los hechos… aquí los detalles se cuelan en las imágenes del noticiero, en los diálogos entre los personajes, en las miradas llenas de angustia…

Kamchatka, no es una película inmortal, es de aquellas que se centra en la importancia de los vínculos familiares, en ella actúan Cecilia Roth, quien aquí es una madre cariñosa, disciplinada, amante de la ciencia y Ricardo Darín como un padre que enseña con el ejemplo, que utiliza metáforas prácticas; Ambos se preocupan por el futuro de sus hijos; mas son los pequeños actores quienes se ganaron mi corazón…

Al final, hay una escena que me traslado a mi infancia, el juego de mesa llamado TEG, en mi vida personal se llama Risk (el juego de la conquista del mundo), y como Harry aprendí muchas cosas relacionadas con la vida… Así todos los pronósticos estén en contra, no hay que rendirse con la primera derrota, mantenerse firme y resistir los golpes es también una estrategia para sobrevivir…

Hoy, quizás es el día más largo y amargo de este año…

Me tocó colaborarle a mi mamá en un trámite para finiquitar la exhumación “de los restos mortales” de Ernesto: el hermanito de mi madre, el hijo querido de mi abuelo, el cachorro favorito de mi abuela, compañero de juegos de sus hermanos pequeños, el tío preferido de mis primos, mi compañero de travesuras, mi confidente más discreto…

Los restos mortales? Sí, así se han referido a él, durante el lapso que ha durado el trámite de traer su cadaver desde Quevedo hasta Guayaquil para que repose junto a mi abuela, según es el deseo de mi abuelo… Y esta expresión políticamente correcta ha resultado como un puñal en el corazón cada vez que la he escuchado repetir por el abogado, los empleados de la Junta de Beneficencia, la gente en particular. Lo se, lo que queda de quien vivo fue mi tío no es más que un conjunto de huesos, pero jamás me imagine lo duro que resultaría enfrentarme por segunda vez a la realidad de su partida.

Cuando lo vi en su caja, durante el velorio, espere ver abrir sus ojos, que riera con todos sus dientes, ese amargo momento resultaría ser una de sus bromas negras y perversas… quería con tantas ganas que me dijera: “viste tuve que morirme para que vinieras a visitarme al pueblo aniñada de buseta”. Pero nada de eso ocurrio me regrese a Guayaquil con el corazón roto, con un odio hacia la vida, completamente frustrada, un maldito infarto me lo quitó y no hubo medicina que me lo pudiera regresar.

Me había acostumbrado a su ausencia, me había hecho a la idea de su largo viaje. Hoy, han vuelto a mi mente las imágenes de su funeral, lo triste que vi a mi familia, el abandono permanente que sintieron sus hijos, mi estado de orfandad…

Me faltaba cancelar un permiso, no tenía los veinte dólares que me exigían, sin eso no podía seguir el trámite, mi mami no contestaba el celular, al final un señor me prestó el dinero, mientras llegaba Lucy con el mísero billete que hacía falta para completar el papeleo… Mi estado de orfandad este día es tan palpable e insoportable.

Mierda, no pude contener las lágrimas, hasta allí llegó mi apariencia de serenidad, la resignación que pretendo tener. No soy tan fuerte como aparento y aún me falta lo peor… sólo imaginar a la mamita llorando, repasando el entierro al que asistimos hace 8 años se me estrangula el alma.

El tiempo nos ha pasado la factura a todos…

Mi abuelo ya tiene su cabeza blanca, lo veo más pequeño, lo siento frágil, me conmueve cuando habla… Mi mamita cada día se me antoja más indefensa, ingenua, tierna y me provoca protegerla de todos, algunas veces quiero trompearme con el mundo porque con mi madre nadie se mete… Y eso en otros tiempos no me pasaba, era tan sencillo hacer de tripas corazón, decir no oigo no oigo soy de palo tengo orejas de pescado y mandar a mi familia tradicionalmente retrógrada para la mierda.

Ahora siento que no puedo dejarlos solos con sus tristezas, que la soledad es mejor compartida y aunque no pueda resolver sus problemas siempre es bueno ver una cara conocida, apoyarte en su silencio y sacar fuerzas para seguir adelante. Quizás ahora soy Yo, el adulto en mi familia y ellos los niños por quienes debo velar…

Siento el ritmo de mi ciudad al despertar, imagino como se sacude de a poco la pereza nocturna. Yo, por mi lado repito en mi mente “hoy no me puedo levantar/nada me puede hacer andar”, extiendo por 5 minutos más mi estancia bajo el edredon, mientras tanto el despertador continúa su escándalo desde el velador...

Continúo bajo mi cobertor, sigo cantando la de Mecano, es increible como este grupo español tiene una canción apropiada para cada cosa... "hay que ir al trabajo no me da la gana/me duelen las piernas, me duelen los brazos, me duelen los ojos, me duelen las manos/hoy no me puedo levantar".

¿De dónde voy a sacar fuerzas? Quiero romper la rutina, no quiero regresar a la oficina, estoy cansada del día a día, de los problemas cotidianos con los clientes, los minúsculos mal entendidos, las cotizaciones, los tiempos de entrega, la cuota del presupuesto mensual...

Bajo el cobertor, me he quedado más de lo debido, ahora debo tomar un taxi para llegar raspando las nueve.... "Hoy no me puedo concentrar/ tengo la cabeza para reventar", es definitivo: ¡Odio trabajar!

No entiendo porque debo interpretar este rol, algunas veces quisiera ser una rica heredera, la desesperada ama de casa de algún exitoso ejecutivo, la hija de un poderoso empresario forrado en dolares, los cuales yo podría gastar a manos llenas sin remordimientos; pero mi realidad es otra si quiero comer debo ir a pinchar juiciosa de lunes a viernes sin protestar...