Candela's Goodnight

fiel anónima y devota,
en ayuno penitenciero de tu piel...
agradece:

los estremecimientos provocados...
la angustia liberada...
la humedad acalorada...
los gemidos acallados en lo profundo de tu boca...

Fiel anónima y devota,
espera con ansias el intenso ritual,
marcado con círculos rojo intenso en el tiempo...
el crimen agónico de este ayuno penitenciero!

la llovizna ligera arrastra la brisa fresca,
calmando el fuego contenido tras mis venas,
ese mismo fuego es el que anhela y aguarda ser...
convocado por tu palabra como húmeda promesa.

Cuando aún mis años no superaban la barrera de los veinte, sólo ocupaba mis horas escuchando estridentes guitarras, me sentía enamorada del vocalista de Kreator unos días; otros mi corazón latía por Juan Pablo Castel (el pintor amigo de Sábato), leía libros censurados y me escapa de casa usando el tejado. También, recuerdo que la primera poesía que me llamó la atención, mejor dicho los versos que enardecieron mi alma fue una que entre líneas decía: “ valdrá la pena dejarse el pelo largo, para orgullo de aquellos que por furia de cortar, cortaron hasta sus propios sueños”…

Después de todo este tiempo, estoy acercándome peligrosamente a los 30, he vuelto sobre las páginas de muchos libros geniales de aquellos días llenos de poesía e ingeniosas historias, para alentarme como antes, para descubrir o reconocer algún valor emocional olvidado entre el polvo de mi librero; pues todo me provoca un hastío inconforme, preocupante… y no escribo esto por gusto, creo que mis decisiones me han llevado demasiado lejos, ando buscando respuestas.

Trato de identificarme con los alegres rostros de la gente que me topo entre los pasillos del supermercado, motivarme con los preparativos festivos que provoca el mes 12 de este año, incluirme sin recelo en el jueguito del amigo secreto, convencerme que el año por llegar me colmará de parabienes, pues será tan dulce como un turrón de Alicante; mas toda esta efervescencia y algarabía se me antoja irónicamente atroz. La alegría que percibo en las calles me parece ingenua, todos tan contentos por el nacimiento del niño díos, y claro llega también un nuevo año, es una excusa para festejar… Coño!

Festejar? Me pregunto qué puedo celebrar… acaso un año más de mentiras, corrupción, estafas, dolos, demagogia, de las constantes mordidas de los lobos del mal gobierno, de romperme la espalda trabajando sin ver fruto alguno, de una juventud que se va marchitando entre el desempleo y la mediocridad. Para muchos pudo este ser un año productivo, pero para la gran mayoría mantenerse a flote ha resultado una jornada agotadora.

Los hechos son tan claros, durante estos 12 meses, 4 amigos se han largado del país, profesionales capaces, inteligentes, creativos… lo han hecho con la certeza de que en el extranjero podrán comer bien y tener cosas como vivienda propia, salud sin riesgo, educación de calidad, todo lo que en teoría te garantiza la constitución… en realidad los seres humanos no vivimos de palabras, ni discursos sanguíneos... en la calle la realidad es otra.

Están frecuente toparte con chamberos, algunas veces familias enteras urgando entre la basura, buscando algo para vender o reciclar, recogiendo cartones, periódicos, todo lo que se pueda componer y ser útil; mendigos, entre ellos: campesinos que buscaron un mejor futuro en la ciudad, sin encontrarlo, indígenas, desempleados, algunos loquitos, que no creo que estén tan locos como dicen; niños limpiando parabrisas, haciendo malabares, tratando de alegrar su miseria… en fin, entes de todo tipo algunos poseen comodidades en exceso, y otros, que no tienen nada más que sus huesos.

Mientras tanto, diciembre como excusa, algunos se organizan para repartir dulces entre los niños de la calle, canastas de víveres en los barrios de la periferia, ropa usada en dudoso usado, se sienten caritativos con el prójimo, solidarios con los desprotegidos; pero y durante los 334 días que restan del año, me pregunto si han hecho alguna actividad que apoye a estas personas, no algo momentáneo que efectivamente les producirá placer, algo trascendente… alguna iniciativa para que estas personas mejoren su situación, un proyecto que les brinde las herramientas para salir adelante. Quizás es más sencillo, observar la realidad ajena desde la ventanilla del coche y repartir moneditas para callar esa vocesita en tu interior.

Hace poco escuché entre risas, a un socio decir: aquí si no tienes familia afuera estás jodido! Porque eso significa dolares frescos, ingreso adicional, que tu gente se ha ganado con mucho sudor. Es común, oir historias de ingenieros químicos, abogados, médicos, arquitectos que en el extranjero se ganan el pan como taxistas, carpetas de hotel, porteros, limpia pisos, jornaleros… todo para qué? Para asegurarle el alimento a su familia…

Pero y que hacen aquellos que no tienen ese familiar en New York, Barcelona, Milán o Bruselas? Joderse! Me pregunto que hace la viejita de la cuadra, el moreno con su charol de maní, la maestra de la escuelita de mi barrio con sus pasitos cortos, no esa si se! Se muere de hambre y soledad en su pequeño cuarto destruido por el tiempo, porque su sueldito de maestra no le alcanza ni para el arriendo! Todos ellos, son historias anónimas, gente que pasa desapercibida por las luces de los foquitos navideños… y son ellos quienes merecen ser tomados en cuenta. Contra!! Ellos también son gente, aunque no usen ropa de marca, ni en su vida hayan probado el caviar… ni porten carnet del Seguro Social o Cédula de Identidad con chip inteligente.

Nada de lo que he escrito importa para "la vida real" que registran los medios comunicativos, pues la vida sigue, el 2007 está por llegar con fuegos pirotécnicos, monigotes y escándalo de tumbacasas… el primer día del nuevo año será como siempre, accidentes provocados por conductores ebrios, quemados imprudentes, farreros con chuchaqui nivelando el alcohol con ceviche y biela. En fin, la misma mierda!

Así es, porque con la llegada de esos 365 días los problemas seguirán, continuaran los males que nos aquejan: la desnutrición infantil, la pobreza, el analfabetismo… pero en estos días parece no importar nada más que acumular deudas que pagarás durante tres, seis o doce meses; hartarse de pavo y relleno.

Estoy obstinada con esta situación, enfadada conmigo misma por no hacer nada… por solo observar como este falso sueño nos nubla la realidad escandalosa que aclama nuestra atención.

el mar a oscuras
a borbotones
tú caminas ciega por la noche
la cara mojada
las manos llenas de arena
te adentras
furioso pétalo de sal
cantos sumergidos asaltan tu garganta
y esa languidez voluptuosa que
te tira hacia el centro del agua
recuerdas en un segundo intenso
los paisajes de la ciudad y del viento
los paisajes del amor
mientras un rebaño de narvales te
guían a lo más hondo
¡al fin haz vuelto!

En este mismo mar, hace muchas lunas, me enseñaste a flotar, a hundirme entre las olas, me sostuviste en tus hombros para lanzarme luego sobre la espuma agitada de una ola explosiva y te burlaste de mi susto al resucitar del revolcón… Sí, aquí mismo, con unos años menos me diste el primer beso, me estremeciste susurrando, desarmaste el nudo del brassiere, pero no te atreviste a inagurarme a la vida, no tenías apuro en ello…

(debería contarle a nuestras madres, que soñaron con vernos juntos, que efectivamente eso de andar juntos de arriba a bajo, implicó algo más… te veo censurándome, siento tu indice sobre mis labios, oigo el shuuu seguido por mi nombre y reconozco que ese tono meloso siempre me encantó, invitado está el track del recuerdo: “este secreto seguirá escondido una eternidad/nunca diré que hubo noches que te adoré con locura/nadie sabrá que en tus brazos borracho de amor me quedé dormido”.)

Aquí me tienes, cubierta por este “vestidito corto de vida alegre”; el mismo, en que tantas noches me saboreaste con tus ojos ámbar, aquel con tirantes lima/cyan que desvanecías bajo mi hombro para inscribir tus besos, ese que caía sin reproche para someter mi cuerpo a la libertad de tu celo. Estoy lista para honrar la promesa, mi promesa, para cumplirte este último capricho, es hora de decirte CIAO.

(no voy tan triste como parece, aunque he pasado la noche entre lágrimas y risas amargas, me acompañan los que quedan huérfanos de tu afecto y los que quedamos de este nefasto club.)

Sonríe cabrón serás mar, agua y arena… serás savia, flor y fruto… Sonríe patán de buen corazón eras de la vida y a ella te devuelvo… te convertirás con pasión en la vida misma, lo sé, lo siento en mi propia piel.

(me canse de esta imagen pacífica no puedo continuar más… llegó hasta aquí mi calma me tomo a Magadalena como excusa para llorarte tanto como me duele, como ella misma debío llorar a su Jesús, el duelo no es cosa de colores, el duelo es este vacío que llevo dentro, prefiero naufragar en este mar de emociones a flotar sobre la incertidumbre del pasado mañana y lo que con él vendrá.)

Esta es la despedida, después de esto, sólo tendré tu recuerdo para evocar mis días en tu compañía, somos actores incidentales en las vidas ajenas, pasajeros eventuales llenos de emoción y caprichos… estamos terriblemente solos desde el génesis hasta el apocalípsis, ahora lo comprendo perfectamente.

(no es tan trágico mi amor, es el final de la pesadilla, más allá no hay esperanza, las náuseas te revuelven hasta las ideas, los mareos te obligan a liquidar tu fortaleza, el dolor, siempre el dolor, las punzadas fallidas, las venas escondidas tras ese pergamino de piel, las miradas llenas de temor, la soledad halógena de la madrugada, los alaridos de la pared, los murmullos del colchón y la sed, siempre la sed, esa sed agónica pernoctando en tu garganta…)

Siento la suave caricia de la espuma tropezando mis dedos, mientras dirijo mis pasos al sol, sacudo con fuerza la última celda que contuvo tus malas ideas y te concedo el don de volar…

Invento palabras para ti…
Ensayo tonos para encantarte…
Busco bajo el deseo sueños húmedos que te sorprendan…
Anhelo despertarte llena de emoción al amanecer de mis caricias…
Bosquejando besos tímidos como aleteos de mariposas…

Hoy, quizás hubiera sido un buen día para leer una de tus líneas. Hoy, tal vez hubiera sido un buen momento para leer algo que me hayas escrito solo a mi... Estoy sola, rodeada de gente mediocre, rodeada de espejos; es tan patética la imagen que ven mis ojos en el reflejo.

Extraño tanto las tardes cuando me refugia en tus brazos sin importarme lo que ocurriera luego, maldito seas, desde este rincón te maldigo por conmover mi corazón con tu cariño, por pronunciar mi nombre con ese acento tan tuyo, tan íntimo, por convertirme en tu linda particular y por abandonarme sin previo aviso.

Es cierto, que este grupo de amigos en un pacto silente sostiene seguir los principios de Caicedo, poner el punto final al libre albedrío por iniciativa propia sin notificaciones a los participes del documento suscrito, entonces por qué me siento rota por dentro, por qué la angustia se multiplica entre mi espalda y mi pecho, aún puedo disimular las lágrimas que se agolpan tras mis ojos marrones, pero verte allí amortajado será demasiado.

Hoy, decidiste morirte! (redomado egoísta, hasta el último minuto te negaste a compartirme un poco del frozen yogurt con un ligero toque de gramoxone! Qué chiste más malo hiciste, que si la hierba mala no muere... aja!)

Y ahora quién secundará todas mis malas ideas, quién censurará las buenas... quién criticará mi vocación, quién socavará mi convicción, quién compartirá un tickete a la luna, quién alucinará junto a mi sombra entre las luces de esta ciudad sin futuro.

Hoy, decidiste morirte! (redomado egoísta, hasta el último minuto te negaste a compartirme un poco del frozen yogurt con un ligero toque de gramoxone! Qué chiste más malo hiciste, que si la hierba mala no muere... aja!)

Simplemente, no me quedan ganas de una vuelta más... Dónde está el botón de "Pare Chofer Yo me Bajo!"?

Sin querer hice silencio, y mi pena ahora la escucho en estéreo.

(mis brazos están en cruz, rodeándome imaginando el peso de tu angustia!)
(Tratando de sacudirme el egoísmo y aceptar tu desición anunciada, aceptando y comprendiendo que con su vida uno hace lo que desea, pues para eso es su vida, entonces por cuál absurda razón estas lágrimas corren sin prisa por mi rostro hasta morir en el abismo entre mi barbilla y mis hombros)

De tumbo en susto, va pasando el tiempo por esta incertidumbre que me atrevo a llamar vida; mientras dudo de todos aquellos objetos que consideraba concretos, trato de mantenerme a flote… un día lo logro, otro día sucumbo dejándome llevar por la angustia que recorre mis venas, me sumerjo en el conflicto de emociones que escondo tras un maquillaje de verdades tibias y mentiras a medias...

Reconozco, que este año he madurado un tin, solo un tin, un poquitín. Si! Porque antes bebía un día sí y un día no… pero esta rutina me estaba matando! Ahora, bebo todos los días y me siento un poco más viva de vez en cuando.

Me altera sentir el primer sorbo de cerveza fría congelando toda mi boca, para luego abrirse paso por mi garganta, refrescando cualquier rastro del mal día, alejando la inconformidad que me provoca la rutina --toda una correntada placentera me altera hasta el último poro de mi ser--, sonrío para mi, completamente exitada, intuyendo ya las sorpresas que la noche me depara.

Censuran mi debilidad, las personas que cruzan junto a la mesa que comparto en la vereda con un extraño conocido, un devoto acólito de la luna llena y una hambrienta de emociones fuertes, mas Yo repito muy a mi manera las palabras de aquel martir crucificado “perdónalos no saben lo que hacen ni lo que se pierden!”; aunque debo reconocer que sus reproches o reclamos me tienen sin cuidado… nada en esta vida se compara a la emoción que experimento al sentirme iluminada por Dionisio.

Alguna vez, intenté alejarme de su alegre compañía; fue un tiempo confuso, aunque no del todo malo… la realidad se convirtió en realidad: una escala de grises, del más claro al más oscuro; mas percibí una ausencia total de color, un aburrimiento permanente, un aborto constante de ideas brillantes en manos del miedo al ridículo.

Entonces, decidí volver al encuentro del espíritu del exceso, quien paciente reservaba un lugar a su derecha, al verme apoyada al dintel de su morada no dijo nada, sus ojos me contaron todo… Yo era bienvenida, solo había demorado un poco mi llegada.

Otra vez, dejo a un lado mis tareas, los diseños, los presupuestos y vuelo más allá. Abandono la oficina argumentando una reunión imprevista, cierro la puerta con un hasta mañana y me dejo guiar por el chofer del taxi hasta la particular dimensión dónde te encuentras.

La emoción de sentirte acurrucado en la curva de mi cuello consume rápidamente las luces de los semáforos, los altos en las esquinas. Mi corazón se acelera cuando en un respiro capto el salobre aroma del Estero. Estoy en casa y tú también; abro con premura la cerradura de la planta baja y subo a trancos los escalones de madera que separan mi boca de tus ansias; las huellas en nuestro rostro son leves, mas el planeta dio vueltas completas al sol y muchas lunas menguaron desde la última vez en que mis ojos se eclipsaron con los tuyos…

Quiero contarte tantas cosas, preguntarte otras más… pero la temperatura de tu bienvenida, me mantiene en silencio. Te siento tan cerca que me desvanezco ante la posibilidad de convertir mis delirios en correntadas violentas, en húmedos suspiros, en completa agonía.

Improvisando, inscribo entre los pliegues de tu piel nuevas caricias aprendidas sin ti, cuando consumiendo mi pasión en otros cuerpos transpiraba un conjuro, una oración que más allá del delirio me arrastraba justo a la orilla de tu recuerdo. Ahora puedo sentirte, ya no imagino, percibo todo el peso de tu celo, mientras con fuerza vas tirando de mi cabello, escondiendo tu rostro entre mis senos, olfatenado las huellas de un desahogo casual; mas te sorprendes al encontrame en el reflejo de tu erótica angustia.

Te ofrezco mi boca sin recelo y dejo que ese beso húmedo, ávido de lujuria marque las cordenadas del próximo movimiento. Siento la resurreción de la carne, tu carne, bajo la rítmica caricia de mi cadera (y yo que llevo dentro una de Magdalena, tanto como Tú resguardas un Jesús, me animo arrancarte la mortaja descaradamente, no necesitamos más calor que el producido por la fricción de nuestra piel, para qué tanto trapo?)

Abro una brecha entre tu abdomen, hasta una cuarta más allá de tu ombligo y convoco la tormenta... ondulas tus caderas para cobijarte entre las húmedas tinieblas de mi boca, continúo acariciándote, empujándote al abismo, dispuesta a convertir en niebla tus recuerdos, intuyo que la abstinencia de nuestras pieles concluye hoy, llega hasta hoy, finaliza hoy...

En un descuido equilibras el deseo e igualas a cero todos mis intentos e indefensa a tus ataques me dejo arrastrar por tus locas intenciones... sintiendo la efervescencia que produce el tacto de tu mano, dejándome arrastrar por el fuego contendio tras las ligeras huellas de tus dientes en mi piel.

Voy hablandote sin respirar, cuando la noche no tarde en llegar, mientras aún rebelde el sol se cuela por la celosía.