Candela's Goodnight

"Sometimes we have the absolute certainty that there's something inside us that's so hideous and monstrous that if we ever search it out we won't be able to stand looking at it. But it's when we're willing to come face to face with that demon that we face the angel." Hubert Selby, Jr.

Estás allí fría y paciente, rodeada de gente conversadora que no sentirán tu ausencia, como un limitado grupito aquí presente, que se negó a vestirte de negro para tu último viaje. Cuando vengo a una de estas reuniones me pregunto de dónde sale tanta gente, nos relaciona un apellido, nos relaciona una forma específica de ojos, nos relaciona un pasado concreto, pero nos diferencia un compromiso con la vida. Son una gran masa parlante, festiva, religiosa… repitiendo sus oraciones, sin meditar en ellas, acariciando un collar de cuentas, sin reparar en su significado, humedeciendo sus pañuelos, sin molestarse en detener el flujo de su veneno. Hipócritas! “La flores en vida”, dicen por algunos…

Alejo mi mente de este rezo insoportable!

Pienso en ti, en todo tu sacrificio, tres trabajos formales, rompiéndote el lomo para llevar una vida digna! Qué es la dignidad? El sinónimo del servilismo! Con tres trabajos no te alcanzó para comprar una casa, viajar como siempre quisiste o abrir ese salón de té, pues había que colaborar con la familia… al final solo una pensión jubilar que con suerte cubría el arriendo y los servicios básicos… llegó el otoño de tu vida, acompañada de una enfermedad degenerativa que fue acabando con la independencia que te mantenía útil, alegre, llena de vida… y con ella el elevado valor de tus medicinas, la desesperación de no poderte valer de tu propio cuerpo, la verguenza al verte desnuda frente a mi en un baño, la soledad de tu departamento, que ayer cuando tuviste dinero que compartir estaba lleno de sobrinas, sobrinos, amigas y amigos…

Dónde estaban cuándo necesitabas unos brazos fuertes para bajar las escaleras de casa, qué hubo de ellos cuándo tu refrigerador estaba vacío, por qué callaron sus voces cuándo necesitaste compañía por las tardes, cuántas razones tuvieron para abandonarte como un trasto viejo hasta este día!

Quiero ser juez y parte, quiero ser cura, quiero ser comisario… no sólo tu sobrino… quiero respuestas de todos aquellos que hoy aquí reunidos siento que te deben una explicación, una disculpa, una señal de afecto.

Ahora todos se preguntan quién se quedará con qué, a cuál de las sobrinas favoritas les toca una pieza de tu joyería… son como buitres peleando por la carroña! Quisiera gritarles que la joyería ya no existe, la vendiste porque el dinero de tu jubilación no alcanzaba para tus medicinas, tu comida y tus gastos… quisirera decirles que al final lloraste mucho por su abandono y lloraste también de verguenza al ver los rostros de quienes colaboraron por hacer más llevadera tu agonía…

Me encantaría escuchar sus voces, contemplar sus rostros cuando con sus propios ojos lean tu última voluntad. Ahora la casa llena de tesoros está vacía, ese departamento repleto de cosas que al final carecen de importancia sólo tertimonia tu partida… y los objetos que importan para aquellos que hemos sido denominados “ladrones, amargados, miserables” están bajo el resguardo del único que puede enfrentar la furia que despertará el despertar de verse despojados de algo que no les pertenece!

No soy mejor que ustedes, pero si diferente porque estuve allí tomando su mano… Llevamos la misma sangre, pero depende de mi comulgar en su egoísmo…

Al final de esta tarde cuando los despojos de tu vida queden sepultados, ellos continuaran como siempre rumiando su miseria y nosotros compartiendo en tu honor unos “Duendecillos Verdes” celebrando la vida honesta que llevaste, por qué llorarte? Si con tu vida hiciste lo que quisiste, sin dañar a nadie, fuiste feliz a tu manera sin perjuicio de ninguno, amaste con libertad cagándote en el piano de los prejuicios familiares…

Ahora, entiendo mucho de tu comportamiento, comprendo el por qué de la distancia de los mayores con la familia, comparto con ellos el exilio prolongado al que también me han confinado…

Renzo (no el gitano!), en nombre de los que estuvimos junto a ella cuando nos necesitó sin esperar recompenza, aplausos, reconocimientos.

Malón labe Renzo, Malón labe! (Malón labe Candelita, Malón labe Chicóco, Maló labe!