Candela's Goodnight

Aquí, saboreando una bien helada con unas cuantas neuronas iluminadas no puedes imaginar el calor que hace hoy, cada trago es una bendición, la cerveza corre fría por mi garganta y yo enfrío mi boca que sin el contacto de tus labios se me antoja vacía…

No tengo nada nuevo que decirte, que escribirte en esta pantalla que convierte mis deseos en luz; luz, que frente a ti se convierte en anhelos concretos del alfabeto, mis temas se están agotando, pero esta es una forma de estar contigo en el inicio de una de mis borracheras solitarias... nos parecemos tanto, tú y yo, justo ahora estás al otro lado del océano, solitariamente alcoholizado buscando en el horizonte algún cerro que te invoque pasados desvelos entretenido en la curva de mis pechos.

En el aire se desliza la voz de un tangero casi olvidado: “Nostalgia… de escuchar su risa loca y sentir junto a mi boca como un fuego su respiración”, siento el repiqueteo del teléfono, bajo el volumen, quizás es idea mía, pero no allí está el constante ring del aparato… quizás es mi mamá, veo la hora, definitivo no es mi mamá… algún colega en apuros, algún amigo buscando un hombro para su tristeza…

- Aló
- (silencio) estás oyendo el cd que te grabé
- (rio) Te extraño. Alguna vez, me dijiste, que la
nostalguia comenzaba con la música
- (suspiro) nostalgia por momentos pasados y
consumidos, ¿algún día acabará?
- Y, acaso importa…

Tengo la certeza que siempre existirá una buena canción cómplice de algún capítulo de nuestras vidas. Cuando todo pase “nos llegará el olvido”, entonces la muerte segura de su victoria respirará confiada sobre nuestras nucas; morir más de una vez es el precio de estar vivos, amor…

Justo me cuentas que no tienes nada que contarme, salvo que entre las telenovelas (no brasileras) y la política prefieres la canción HELP, me detallas con precisión topográfica las ganas que tienes de verme y dedicarme toda una noche de placer… desde el cabello hasta la punta de los pies, incluyendo en el recorrido poros erizados, labios con sabor a manantial, caricias sin prisas, besos de mariposa, sudores mezclados con entrañas…

Me dices que ya no tienes estrategias para enaltecer mis letras -- ¿la alumna ha superado al maestro?--, y que ahora meditas bien tus frases antes de enviarme un email, pues no quieres que ellas queden atrapadas entre las redes del halago…

Me has contagiado con la energía de tus ideas hechas voz… ya casi te puedo tocar, casi te puedo ver y te veo… envuelto en esta ilusión confusa que a veces teje nuestra imaginación, quizás una mano, unos labios húmedos de cerveza, el cabello fundiéndose con la madrugada, un concierto de gemidos en AH Mayor… Mas un pensamiento nos aleja de repente y vemos más allá del delirio…

Allí, están los ojos cansados de tanta mierda cotidiana, unas gotas de sudor en la frente, un reloj marcando los segundos que nos pagan por alquilar nuestras ideas, una bruma llena de mediocridad esperando el menor descuido para tragarnos enteros, esta es también una forma de estar juntos al final de esta noche oscura y sin alma…

Deseando que no existan fronteras, ni visas, ni regimenes totalitarios… creyendo que el silencio es el método más locuaz para evitar un enfrentamiento inútil y aunque las circunstancias hoy se resistan a mantenernos juntos, sabemos que siempre están las palabras como vínculo eterno y único puente…

Ojalá, el día tarde en llegar para no tener que esperar la próxima noche y sus fantasmas… para no tener que escapar con esfuerzo de esa bruma que nos asecha y aflige…