Candela's Goodnight

Tan cansada como siempre llego hasta mi casa, me conforta tanto toparme con esta reja gris que separa mi hogar de la selva; al fin, casi rozando la madruga, giro las llaves sin fuerza; al fin, aquí en mi apartamento, puedo sentirme cómoda…

Traigo un ligero dolor de espalda que solucionaré con una ducha tibia muy larga… enciendo las luces y descubro a Merlín saltando sin cesar, moviendo su cola, corriendo de un lado a otro, él se sube al mueble desesperado por saludarme emocionado… jamás me decepciona, nunca cuestiona las razones de mi atraso, simplemente se alegra de verme luego de una larga jornada ausente; este perro minúsculo marca Chiguagua, al fin logra su capricho, lo tomo entre mis brazos y dejo que me bese la cara toda… le hablo como siempre contándole de mi día y preguntándole por el suyo, de una extraña manera me entiende y responde, son tantos años juntos que las palabras están demás entre nosotros… mi Merlín es un enano histérico mal encarado, pero lo quiero de una forma intensa e inexplicable. Me acompaña con su ligero trotecito hasta la cocina, no encuentro nada que caliente mi cuerpo, nada que alimente el hambre que me ha atormentado durante una demorada instalación y no me sorprendo, enciendo la hornilla, cuelo café, mientras busco algo de pan y queso para entretenerme…

01:30 am, qué tarde es ya! Aún tengo cosas que hacer, escribirle a mi hermana, leer algo del libro del amor y definir la agenda de mañana. Hace horas que debes estar dormida, descansando para la intensa rutina que te aguarda, pero tu silueta en el colchón te delata, estás tan despierta como yo, te beso la frente y esquivas agresiva mi beso… ahora que te pasa? Por qué tan molesta? Por qué este rechazo? Tiemblo… se acerca la tormenta…

Tu primera frase es suficiente para saber por donde va la cosa: dinero, dinero, dinero, más dinero… Te escucho el mismo discurso de siempre, tus excusas de toda la vida, pero la verdad es que eres incapaz de administrar tus gastos y regirte por un presupuesto; compras tantas tonterías que luego no usas, te endeudas hasta el copete con las tarjetas de crédito, gastas tanto que luego no tienes cómo cancelar las facturas pendientes… qué pretendes endosarme a mi la responsabilidad de saldar tus cuentas?

Qué va! Yo no le hecho más canela a esto! Pierdo la paciencia y ataco sin misericordia… me armo de verdad para enfrentarte sin cerrar mis ojos. Haber qué quieres yo ya pago los servicios básicos, compro la comida que me como, me pago mis gastos, jamás te pido un centavo e incluso te colaboro con el arriendo… Si soy tu hija, pero no tu garante! Eres un adulto compórtate como tal, ganas más dinero que Yo y tu estado de bancarrota es permanente! No me interesa si ayudaste al fulanito en desgracia o si te compraste una crema para las arrugas… Me niego a pagar tus deudas!

Y allí vas otra vez, ciega de enojo me acusas de mala hija, me escupes en la cara todos los sacrificios que haces por mi, soy una ingrata debo entender que es mi deber tenderte la mano y colaborarte en esta difícil situación, es mi obligación prestarte dinero para cancelar tus haberes. Intentas manipularme una vez más, buscas enérgicamente una fisura en mi barrera y tu malestar colérico aumenta cuando percibes que nada logrará conmoverme.

En mi memoria, maldigo días como este! La batalla puede durar horas en este callejón sin salida. Camino hasta la cocina, contigo hablando a mi espalda, tomo mi almuerzo/merienda y me evado de tu discurso melodramático. Te cierro la puerta de mi dormitorio en las narices e intentas abrirte paso a la fuerza, pero mamita cuando vas a entender que mis ahorros jamás justificarán tus irresponsables excesos.

Enciendo el minicomponente, son los Whitestripes, quienes amortiguan las frases que aún pronuncias al pie de mi puerta, mi celular repica y veo tu nombre en la pantalla, ni si quiera intento contestar, lo dejo sonar tantas veces hasta que el número de llamadas perdidas alcanza el 7… acaso no vas a desistir?

En mi memoria, maldigo días como este! Deseo con todas mis fuerzas poner agua, tierra, aire, paz entre nosotras, conseguirme un departamento para vivir sola nuevamente; pero me limita el presupuesto, todavía no puedo hacerlo…

No entiendo, si he sido tu hija por 29 años, cómo aún no terminas de conocerme y aceptarme… por qué tratas de imponerme situaciones que sólo satisfacen tus limitados intereses… es hora de que entiendas que nada a la mala vas a conseguir conmigo y que no disculpo que excuses tu coquetería extrema en necesidades superfluas o acaso no puedes vivir sin exceso de perfumes, cremas, zapatos… Chucherías engancha bobos carajo!

No que va! No te voy a seguir el juego mamita, has berrinche, llora si te da la gana, pero si cedo ahora tendré que ceder siempre que te ahogue algún capricho existencial, porque todo esto no es más que una pataleta de muchachita mal enseñada y Yo no tengo vocación de Cristo para cargar sobre mis hombros los pecados de tus excesos ni para ceñirme la corona de tus vanidades.

Aunque si pudiera concederme un deseo egoísta… quisera recibir un abrazo, una caricia, una frase de apoyo de tu parte… algo que me quite este sentimiento miserable de ser un esclavo asalariado que sólo representa billete en esta maldita casa! Mi amor no tiene un equivalente en monedas no joda! Esto es todo por hoy señora, ya no doy más!