Candela's Goodnight

Monday, September 18, 2006

Flowerchild



No puedo negar jamás que esta profesión consume mucho tiempo en mi vida, algunas veces mientras mi familia está felizmente reunida, Yo, me encuentro en alguna sala de exposiciones montando un stand, supervisando la instalación de una valla o en cualquier cosa relacionada con mi trabajo. No me estoy quejando, sencillamente es la realidad que por ahora me toca vivir...

En estos días la jornada ha resultado extensa y complicada; por una falla de cálculo una instalación que no debía terminar más allá de las 2 p.m. se extendió hasta las 8 de la noche. Un detallito sin importancia como no verificar las medidas de una estructura arruinó completamente mi domingo. Y no era un domingo común y silvestre, era el domingo de Dayana, mi sobrinita de 2 años, su cumpleaños, el día de su matiné (como le decimos acá)...

Durante toda la tarde mi móvil no dejó de sonar... mi madre presionando para que termine rápido, alegando que no era mi responsabilidad, que si me están explotando, y otros argumentos maternos, pero mi mamita jamás ha entendido exactamente que es lo que Yo hago. Ella no imagina el stress que me produce con sus llamadas, su control exagerado, sus reclamos, sus chantajes; entiendo que todo el amor que siente por mi justifica su comportamiento... algunos días quisiera que no me amara tanto!

Cuando al fin terminó todo el montaje en cuestión, tomé un taxi hasta la casa del abuelo, la locación estratégica de la matiné, me sentía tan agotada, realmente no tenía ganas de ir, anhelaba tanto una ducha, deseaba quitarme todo el polvo que traía encima y comer! Necesitaba algo caliente en mi estómago cuánto antes! Ya en casa del abuelo, parada en la vereda, toqué el timbre esperando encontrarme al abrir el rostro molesto de mamita, el reproche de alguna tía que no puede morderse su lengua de vívora, pero un final inesperado estaba aguardando por mi tras la puerta...

Allí, estaba mi Dayana, sonriente, linda con un pantaloncillo blanco y una blusa llena de flores. Ella y su alegría hicieron que mi domingo valga la pena, todo el cansansio se evaporó al escuchar mi nombre con su particular acento. Cómo explicar el efecto que su carita tiene en mi espíritu, ella logra convertir mi corazón en algodón. Qué extraña magia posee esta niña, este pedacito de futuro que tengo ante mis ojos.

Tengo otras sobrinitas, Fiorella y Valeria, quienes también logran de cierta forma enternecerme, mas sus pucheros, miradas, sus intentos por canjear uno de sus abrazos por un caramelo no son tan efectivos como los de esta pequeñita. Quizás me veo a mi misma años atrás en sus rizos, sus travesuras, su picardía...

Simplemente, Dayana logra que yo recupere mi fe en la vida...
posted by Unknown at 12:34 PM

5 Comments:

Las madres siempre preocupadas por "cositas".
Esto que cuentas me trae a la mente el sin número
de veces que me ha pasado algo parecido, aunque
con una marcada diferencia en el "tiempo extra",
la más drástica de todas fué hace varios años,
alguien olvidó colocar una nota en un plano,
resultado: dos meses de trabajo adicional,
incluyendo el dolor de cabeza de pelear la orden
de cambio.

DTB

PD: espero esta vez no haberme equivocado de "post".

2:00 PM  

chip mi sobrina es pechocha! ya mismo voy a escribir de ellas...

4:50 PM  

yap ahora empiezo a entender a que feria te referías... pero hay que ser responsable como que nos toca sacrificar muchas cosas por cumplir con nuestro trabajo y nuestras obligaciones.... aunque siempre nos queda la duda de hasta que punto se debe sacrificar lo familiar... almenos yo sigo en esa duda¡¡

3:59 PM  

yo tampoco entiendoooooooooooooooooooooo donde queda el limite entre obligaciones laborales y obligaciones familiares byrongio!

4:53 PM  

Mucvhas veces debo trabajar en turnos,abandonando a mi familia,no es una sencación agradable.

7:50 PM  

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